Hace no mucho tiempo, la estrategia de POCO parecía haberse estancado en una zona de confort, buscando repetir el éxito rotundo que tuvieron con el POCO F3 en 2021. Aquel dispositivo fue una verdadera joya en términos de calidad-precio, equilibrado en potencia y coqueteando con la gama alta sin vaciar la cartera. Sin embargo, su sucesor, el POCO F4, llegó al mercado con una tarea sumamente complicada: justificar su existencia y el costo extra frente a una generación anterior que ya era excelente. La sensación al sacar el F4 de la caja no replicó ese impacto de “celular premium” que sí logró el F3; aunque los materiales como el cristal trasero se mantuvieron, la ergonomía dio un paso atrás.
Un diseño que sacrificó comodidad por estética
El POCO F4 optó por un diseño más rectangular, siguiendo la línea visual de los Redmi Note 11 Pro, perdiendo esa curvatura trasera que hacía al F3 tan agradable a la mano. Lo más notorio, y quizá molesto para el uso diario, fue el acabado glossy o brillante. Mientras que su predecesor manejaba un acabado mate bastante limpio, el F4 se convirtió en un imán para las huellas y la suciedad apenas a los pocos minutos de sujetarlo. Además, el módulo de cámaras creció considerablemente, provocando que el dispositivo “baile” si se coloca sobre una mesa sin funda. A pesar de esto, a nivel técnico la pantalla AMOLED de 6,67 pulgadas seguía rindiendo bien, manteniendo los 120 Hz y añadiendo compatibilidad con Dolby Vision, aunque el hardware interno, liderado por el Snapdragon 870, empezaba a sentirse como una fórmula repetida.
El salto a las ligas mayores con la Serie F8
Si avanzamos hasta el presente, la narrativa de la marca ha dado un giro de 180 grados. Lejos de seguir reciclando componentes, POCO parece estar lista para entrar de lleno al territorio de los buques insignia con la recién presentada Serie F8. Durante su evento en Bali, la compañía dejó claro que ya no quiere ser vista solo como la opción económica, sino como un competidor serio en la gama premium. Esta nueva familia, compuesta por el F8 Ultra y el F8 Pro, marca un hito importante, incluyendo colaboraciones inesperadas para una marca de este segmento, como la integración de audio firmado por Bose, lo que sugiere una mejora sustancial en la experiencia multimedia.
F8 Ultra: Potencia bruta y especificaciones de infarto
La estrella indiscutible es el F8 Ultra. Este terminal no se anda con rodeos e integra el nuevo chip Snapdragon 8 Elite Gen 5, asistido por un procesador secundario VisionBoost D8 encargado de la imagen y la inteligencia artificial. Su pantalla crece hasta las 6,9 pulgadas con unos biseles mínimos y un brillo pico absurdo de 3.500 nits, cifras que dejan atrás a muchos competidores. El apartado fotográfico también recibe un tratamiento de lujo con un sensor principal de 50 MP, un teleobjetivo periscopio de 50 MP con zoom óptico 5x y un ultra gran angular de la misma resolución. Todo esto, respaldado por una batería masiva de 6.500 mAh con carga de 100 W, confirma que el apellido “Ultra” no es solo marketing.
F8 Pro: El equilibrio perfecto y precios competitivos
Por su parte, el F8 Pro mantiene los pies en la tierra pero sin descuidar el rendimiento. Aunque reduce el tamaño de pantalla a 6,59 pulgadas y recorta un poco en cámaras —cambiando el periscopio por un teleobjetivo de 2.5x—, sigue ofreciendo una experiencia de primer nivel con el sistema de refrigeración IceLoop y una batería de 6.210 mAh. Lo más interesante es que, a pesar de estas especificaciones monstruosas, POCO se mantiene fiel a su filosofía de precios agresivos. El modelo Pro arranca cerca de los 519 euros (unos 529 dólares), mientras que el Ultra se posiciona en los 699 euros para la versión base. Con estos movimientos, la marca demuestra que ha madurado, pasando de refinar una fórmula vieja con el F4 a desafiar directamente a gigantes como Samsung y Apple con la serie F8.